jueves, 23 de junio de 2016

¡MAESTROS DE MÉXICO!, ¿CUÁNDO NOS PONDREMOS DE PIE?,¿CUÁNDO DIREMOS? ¡NO!

¡Maestros de México!, ¿cuándo nos pondremos de pie?,¿cuándo diremos? ¡No! 


Primero vivimos una campaña de denostación desde los medios de comunicación,  que según ellos mismos no es exitosa aunque su único dicho se base en las encuestas... pues a pesar de todo, la confianza de los padres de familia y de muchos mexicanos sigue puesta en sus maestros.

Después han venido los ataques a las condiciones laborales de los maestros y acciones indignantes contra nuestro gremio,  desde colocar en la dirección del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación a un títere  como Juan Díaz de la Torre el cuál no ha dudado ya en afirmar que las plazas de base no están acordes con los nuevos tiempos.  Ante esto no debería sorprendernos que el líder sindical se adhiera al PRI, cuya cabeza visible,   el presidente Enrique Peña Nieto, no ha dudado en entronizarlo como sustituto de Elba Esther Gordillo, al tiempo que mediante amenazas veladas, otro priista Emilio Chuayfett Chemor, sigue sentenciando a muerte a la educación pública y al normalismo. 

¿Por qué ante estos ataques los maestros de México seguimos callados y disfrutando de nuestros recesos vacacionales?  No es que se piense siquiera en la rebelión, pero... ¿no deberíamos por lo menos manifestar nuestro rechazo de maneras pacíficas, organizadas y comprometidas? ¿No tendríamos la obligación moral de defender a Elba Esther Gordillo? ¿No deberíamos desobedecer a nuestros líderes sindicales,  ahora que sin vergüenza alguna nos dan la espalda? ¿No deberíamos defender desde el aula nuestro amor por los niños, en lugar de adherirnos como corderos a lo que nos dicta gente que nunca ha estado en un salón de clases y no conoce las necesidades reales de las escuelas?  ¿No deberíamos ser capaces de hablar con la sociedad y explicarles que la educación, no consiste en que los padres abandonen a sus hijos en las escuelas,  que si pretenden que los maestros asumamos esa responsabilidad en bien de la patria necesitamos nuevas facultades y otra organización académica? 





Texto escrito por una maestra,durante la marcha de silencio en la ciudad de Veracruz, 16/sep/2013



Hasta ahora todo el mundo ha hablado en nuestro nombre para bien y para mal, pero nosotros, ¿cuándo diremos? ¡No! ¿Qué obstáculos  se interponen entre nosotros y la independencia? ¿Qué obstruye nuestra tan anhelada y temida unión?

La configuración de la docencia que opera hoy en día en todos los planteles del país es compleja,  extensa y poco homogénea.  Las distintas formaciones de los maestros, la historia de cada nivel educativo y sus condiciones institucionales ( el desarrollo y consolidación de los modelos educativos, así como las necesidades y  formas de organización y gestión, el acceso y permanencia en el servicio, etc.), permiten entender el porqué existe esta diversidad, sin embargo lo que aún no queda claro, es, por qué si muchos de los integrantes de esa gran masa humana hoy por hoy se ven amenazados al menos en la educación básica, por intereses que les son ajenos, no son capaces de unirse y hacerle frente a un enemigo común. 

La respuesta es compleja y creo que una idea que nos puede ayudar a discutir este asunto tan necesario se puede sintetizar en la siguiente frase "los maestros no tienen ideología, tienen intereses".  El contenido de la misma es por demás revelador y creo que refleja para la historia una situación que espero alguna vez alcance en los círculos magisteriales, un debate serio ¿puede alguien organizar a un grupo humano que no tiene un sentido claro de hacia dónde va? Los maestros no tienen ideología, pero tampoco la tiene la Secretaria de Educación Pública, los maestros no conocen el rumbo pero tampoco lo ha definido la SEP. 

Los maestros de hoy no poseen un punto para identificarse, pues proceden de distintas casas de estudio, ante el fracaso del modelo de formación de maestros, nos queda un panorama desolador, en el que la sociedad está  dividida,  algunos apoyan la caricatura en la que se ha convertido al maestro de hoy, y que puede leerse en las siguientes palabras de un ciudadano en las redes sociales: 





¿Cuántos profesores podrían llamarse "independientes", es decir, que piensen distinto al SNTE, CNTE o SEP? ¿Dónde están? ¿Cuáles son sus propuestas? ¿Cuál es su propuesta para evaluar cuantitativamente (para fines de análisis y comparación) a los maestros? ¿Cuáles deben ser, a su modo de ver, los criterios para aceptar nuevos maestros (escolaridad, experiencia, aptitudes)? ¿Hay exámenes que no sean "universales y excluyentes"? ¿Usted no llamaría flojo a alguien que labora turnos de 6 horas diarias, de lunes a viernes, tiene vacaciones de al menos 2 semanas en fin de año y semana santa y más de un mes en verano? ¿Usted no considera criminal a quien toma calles, vandaliza y deja a los niños sin clase (derecho constitucional, le recuerdo)?¿Está en contra que se alargue el calendario escolar? ¿No es eso ser medio flojito? El que un empleado cumpla con su trabajo, logre lo que se espera de él es lo mínimo que debe hacer para conservar su puesto de trabajo, ¿Por qué usted espera que se festeje y se reconozca lo mínimo, como la lectoescritura?¿Quién debe encargarse de realizar, según usted, la "carta administrativa y académica", sino el maestro? ¿Pretende que se duplique la burocracia porque el maestro no debe ensuciarse las manos con esas nimiedades? Por último, le propongo que nos comparta información donde se reconozca con justicia la labor del docente. Nada me gustaría más que leer algo sobre maestros muy preparados, con vocación bien definida, que dejen de lado sus intereses personales y de grupo, que se enfrenten al sistema, que logren generar impacto en sus comunidades, que transformen la vida de los educandos, que logren que muchos niños sigan en el sistema escolar, que logren la formación de hábitos intelectuales y morales... Por favor, nada me gustaría más que volver a confiar en la figura del maestro.


Que la mayoría de la población opine que los docentes obtuvieron una plaza porque la compraron, que su trabajo es poco y cualquiera puede hacerlo, que está lleno de vacaciones es solo producto de una imagen que en nada beneficia a la educación de este país. En esa desafortunada imagen no existe ni siquiera la menor comprensión de la forma de vida que tiene un docente; pues en el salón de clases nunca se improvisa,  si bien es cierto que se goza  de mucho tiempo fuera del salón de clases, éste tiene que usarse en planear, evaluar, diseñar materiales didácticos, realizarlos, calificar trabajos, leer los materiales de la reforma que salen siempre retrasados, y por si fuera poco adecuar cada día las clases porque algunos grupos se atrasan otros se adelantan.  






¡Qué no nos hablen de Vocación!


La vocación no es medible, no es cuantificable, es tan subjetiva como cada quien quiera, ergo no existe. 

Cuando Max Weber escribió El político y el científico, derrumbo una idea que había estado en el seno mismo de muchas profesiones, la gente nace para serson siempre las condiciones sociales las que determinan a que se dedicará una persona, son las habilidades que un sujeto logra desarrollar las que determinan, que tan eficiente será un sujeto el día de mañana a la hora de dedicarse a un empleo. 

El caso de la vocación en México es un tema por demás triste, pues esconde mucho del pensamiento mitológico que subyace a nuestra concepción de la vida. "Es buen maestro, -tiene Vocación", resulta ser la afirmación más falsa y utilitaria que puede darse a un profesional de la enseñanza.  Es negar que el individuo actúa responsablemente, es también negarse la autonomía de acción.  

Las cadenas que la idea de la vocación impone, son grandes lastres, una persona con vocación tendrá necesariamente que ser sacrificada en nombre de su misión, tendrá que incluso desprenderse de tiempo, esfuerzo, comida, en el plan más desinteresado posible.  No puede existir un lastre más grande,  que vivir esclavizado y amar la cadena.  

Cuando la gente dice estar harta de la CNTE, y apela a la vocación, los maestros deberíamos decir que esa es  una idea inexistente que se ha usado para utilizarnos, y que en harás de la democracia sindical que tanto esperamos llegué alguna vez, haríamos muy  bien en demoler. 





NADIE PIENSA EN LOS NIÑOS 

Los maestros de todo México, en todo momento, aún en nuestras casas cuando preparamos la lección del día siguiente;  cuando viajamos a la escuela, cuando estamos de vacaciones, pensamos en los niños. Nuestra vida está consagrada a ellos, pero por más que los queramos, nosotros no somos sus padres y tenemos que soportar a veces con mucha impotencia el trato que les dan sus progenitores, vemos con mucha indignación como nuestros niños y muchas veces los adultos que les rodean, son abusados, vejados por la ignorancia que sacude a este país.  Qué nadie me diga que no pienso en los niños cuando yo no he cancelado clases ningún día por irme a marchar.  

He marchado a contraturno, pero lo he hecho porque nunca podre comulgar con una reforma que apuesta a que quitando los derechos laborales de los maestros, se obtendrán mejores escuelas. Y no hay ni ha habido un solo instante desde que pise un salón de clases, con mis zapatos de profesor, en el que mi mente y mi corazón hayan dejado de pensar en mis alumnos. 




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