lunes, 22 de julio de 2019

Desalojo en la Escuela Normal Superior

Ninguna historia contada por los protagonistas es totalmente cierta, pero aquí va un relato con el que crecí, y justo ahora,  que todas las  ideologías del magisterio  se derrumban  no puedo apartar de mi memoria.

¿Qué significa para usted amable lector el tener una casa? Me atrevo a decir que llamar a un pedazo de tierra como hogar, por más humilde que este sea, es para cualquier mexicano algo muy importante, al grado que ha sido una demanda de todas nuestras grandes revoluciones sociales y se  ha reconocido como un derecho. Para nosotros las ceremonias también son muy importantes y nos gusta fijar la existencia de una institución a  la teatralidad de sus rituales, aunque eso muchas veces impliqué entramados  burocráticos que nos absorben la vida.  


Imagino por ejemplo el escándalo que se daría en todos los niveles,  si el hermoso edificio que alberga a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de pronto tuviera que ser desalojado por la razón que usted quiera, ¿acaso el congreso, la federación completa no se apresurarían a destinar fondos para reparar; reponer, reconstruir o reubicar a la Suprema Corte y lo que representa?  

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Desgraciadamente no a todas las instituciones se les trata igual. Si bien en otras latitudes una de las fuerzas que más ha luchado en favor de la democracia ha sido el magisterio de varias naciones hermanas.  En México la cosa ha sido muy diferente, pues quien se ha encargado de minar todo esfuerzo democrático en el país ha sido la organización magisterial en cuyo seno se deberían gestar las luchas democráticas más encarnizadas, el sindicato de maestros: el SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación).

Así era la Escuela Normal Superior de México que proyectó Enrique Yañez en 1949.






En 1983 dos condiciones se alinearon en contra del Normalismo mexicano.  En la Escuela Normal Superior de México la imposición de un director generó una gran inconformidad y las protestas se sumaron a la demanda de tener una mayor autonomía. Por otro lado el Secretario de Educación necesitaba más que nunca un control absoluto de las instituciones formadoras de docentes, para aplicar las reformas que se consolidarían en los próximos años, entre otras  la descentralización educativa y la apertura de las plazas docentes a los universitarios del país. 



En la mañana del 2 de septiembre de  1983 el Secretario de Educación Pública Manuel Barlett Díaz - hoy redimido por López Obrador como luchador social-  encarnó el mensaje contundente del  primer gobierno Neoliberal de México, al recibir a la comunidad de la Escuela Normal Superior con un comunicado, y según relatan todo un ejercito de policías bien armados,  que les anunciaba que tendrían que abandonar su  edificio de la Calle de Fresno 15, cuya construcción fue realizada por  el arquitecto Enrique Yañez 40 años antes.  Las razones que se expusieron para ese ultraje, fue la existencia de una falla geológica, que ponía en peligro la vida de los alumnos y maestros: 

“Inutilizadas para fines académicos —precisó el comunicado 383 de la SEP— se rapararán los daños causados para ofrecer a los profesores —alumnos las instalaciones que el decoro (sic) y su condición profesional reclaman y que son indispensables en una institución de educación superior”.

Es más, en una conferencia de prensa —6 de septiembre de ese año— Juan de Dios Rodríguez, director general de Educación Normal de la SEP, declaró: “se trabaja con el mayor número de elementos posibles para poder concluir las obras que son bastantes grandes, en el menor tiempo posible Cuando se concluya el trabajo de restauración del plantel, se reabrirá para que siga funcionando en forma normal”.

El funcionario estimó, a partir de ese día, un margen de “poco más de un mes”, para que quedara concluida la obra, aunque aclaró que “sin tener los elementos de conocimiento precisos de tiempo de obra, dado que no tengo una especialidad en ese sentido, los trabajos estarían sujetos a la magnitud de la misma y a las personas que tienen en sus manos esta tarea”

El 8 de septiembre de 1983, la SEP, en su comunicado 394, informaba que las obras de restauración del edificio se “desarrollaban con la mayor celeridad posible” La dependencia educativa no precisaba qué tipo de obras ni el avance de las mismas.

Posteriormente, el 14 de octubre —comunicado 430— la SEP indicaba que el inmueble “se encuentra en condiciones deplorables, pues su piso queda más bajo que el nivel del drenaje del colector municipal y por tanto éste ya no desaloja las aguas negras, y como consecuencia de ello, está dañado el 70% de los cimientos del edificio La mayoría de los edificios que integran el conjunto deberían ser preferentemente demolidos Además, todas las instalaciones están en malas condiciones, todas las ventanas están rotas y los techos requerirían de inmediata impermeabilización”.

Ibarra, María Esther (Marzo, 1985) La normal Superior, dispersa; su edificio, sin reparar; meta lograda. México Proceso, recuperado de: https://www.proceso.com.mx/140644/la-normal-superior-dispersa-su-edificio-sin-reparar-meta-lograda

Desgraciadamente una mañana también de septiembre,  pero de 1985, puso de manifiesto la falsedad de la  falla geológica, pues mientras la ciudad y muchos emblemáticos edificios sucumbieron al terremoto  que más se recuerda en la capital del país, el edificio de Fresno 15 resistió sin daños visibles,  recordando a los integrantes de la Escuela Normal Superior de México (ENSM) que tendrían que aceptar los dictados del nuevo juego educativo, donde el gobierno los veía como una pieza más. 

Dispersos en 5 sedes, con los acervos de sus bibliotecas perdidos o saqueados, sin auditorio, hacinados.  Lo que vendría después sería solo un síntoma de lo que pasaría a nivel nacional. 



El fin de la Escuela Normal Superior de México fue decretado por las autoridades que estaban ensayando una manera de administrar que les sigue cobrando factura: "no importa la calidad, el control político lo vale todo".  la Normal Superior se unió de nuevo en el Plantel del Rosario, y una prestigiosa institución de educación superior fue entregada al SNTE para hacer de ella girones. Muchos maestros fueron expulsados para dejar sus cátedras a golpeadores del Sindicato, el nivel académico lo resintió pronto y los recursos económicos se esfumaron como botín.  





Hace ya 36 años de ese desalojo, las instalaciones de Fresno 15 siguen en pie, y ahora albergan a la Dirección General de Actualización del Magisterio, y a  la Secundaria Anexa a  la Normal Superior de México, que se ha colocado como una de las mejores secundarias del País.  

También, en los últimos años en el plantel del Rosario la ENSM ha vivido una transformación importante, producto de una comunidad que se niega a perder sus valores  al mismo tiempo que busca recuperar la calidad que le haga fama a su Historia.   

Su comunidad ya no exige volver a sus instalaciones originales de Santa María la Rivera y han comenzado a remodelar el plantel Rosario.  Es un nuevo periodo, que yo sólo puedo desear que sea luminoso.  Pero tengo mis dudas, pues me parece un esfuerzo que surge de la resignación y el "Deber por el Saber", no puede honrarse con una convicción así y mucho menos por el olvido. 

A Worker Impressed by Huge Mural in the Instituto Federal de Capacitation, Mexico City, 1950.
John Gutmann. Gelatin silver print.



Un cambio epistemológico del que se habla poco, y que es necesario volver a plantear en el debate es que al separar a la Normal Superior de México como una Institución de formación de maestros de  Educación Media, para dejarle únicamente la formación de maestros de secundaria, no sólo se alineaba  a  la institución a un sistema que le entregaba plazas docentes a los universitarios, y creaba y un monopolio el de la Educación Media Superior,  aceptando  perder una parte importante del conocimiento normalista.  Y es qué mientras nosotros somos cuestionados y se busca nuestras plazas sean compartidas con los universitarios, esa discusión nos deja de facto fuera de otros ámbitos como la educación media superior y la educación superior. No sé trata de defender monopolios, sino de eliminarlos. 


Trascendiendo la misión que el estado le ha impuesto es como el normalismo encontrará su futuro. Pero para lograrlo, ¿no necesitaríamos primero recuperar nuestra casa? ¿No sería necesario recuperar nuestra historia, aceptar una derrota, y reorganizarnos para librar la batalla que sigue?  

La Normal Superior debe luchar por volver a sus instalaciones originales, pero también a sus principios, somos sus hijas e hijos los que debemos recuperar no solo el espacio físico de nuestra identidad, también  la esperanza de lo que representa: "En Fresno está el terreno donde  todo lo que se planta florece". 


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