sábado, 30 de marzo de 2024

El regreso del exsecretario

En el último sexenio ha cobrado especial importancia la figura de algunos diputados y senadores que abanderan ideas liberales y dicen de manera explícita ser conservadores, estas aves raras de la política mexicana, aparecen en un contexto enrarecido por la polarización y la necesidad de crear personajes cuya oposición pueda reconocerse fácilmente ante un poder ejecutivo que pareciera gozar de una popularidad invencible.  La notoriedad que han conseguido, la lograron gracias a colgarse de toda situación que amenace lo que ellos llaman el libre mercado, la libertad, o la libertad de expresión, también se han declarado enemigos de lo “woke”.

Lo “Woke”  se trata de una construcción conceptual que intenta explicar la desigualdad social, pero que en manos de nuestros poco hábiles políticos mexicanos, se ha transformado no en un referente teórico, del que es legítimo disentir, sino en un enemigo a vencer y con el que no vale la pena construir un dialogo.

Nuestros legisladores de esta corriente reclaman  que la ley les permita  llamar “naco”, “corriente” o “gato” o todo aquel cuyo tono de piel, ocupación o preferencias sexuales y lúdicas se alejen de las  modas y tendencias citadinas.  Nuestros senadores y diputados antiwoke  claman por legalizar el derecho a  que nuestra clase empresarial a exploté trabajadores,  poco importa que hoy mismo los mexicanos tengamos una de las jornadas más largas del mundo y que los derechos laborales sean lamentablemente opcionales en el empleo informal al que se ha lanzado a un número importante de la población. En las cámaras del poder legislativo,  estas autonombradas nuevas corrientes del conservadurismo,  reciclan el racismo mestizo del criollo mexicano y llaman barbaros e incivilizados a los pueblos indígenas y sus tradiciones,  para recuperar el inexplicable misticismo católico plagado en México de todo lo que supuestamente rechazan.

Es en esta nueva etapa de la polarización ha regresado una figura que todos creíamos superada en la política nacional, se trata por supuesto del maestro Aurelio Nuño Meyer, exsecretario de Educación cuyo logro principal fue crear un modelo educativo que ha estado presente en la educación publica desde su publicación en 2017 y que acompañó a la reforma laboral que su antecesor Emilio Chuayffet Chemour, intentó desplegar pero que solo podría consolidarse con la reorganización territorial y administrativa  que Nuño implementó ante el desgaste de las protestas encabezadas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

¿Qué hay de nuevo en la llegada de Aurelio Nuño Meyer? Lo hemos visto en entrevistas pregonando lo mismo una y otra vez, una defensa álgida para una reforma que pocos defendieron en alguna de sus partes, y todavía menos en su totalidad, y por supuesto una descalificación absoluta a la reforma educativa 2022 cuya paternidad algunos atribuyen equivocadamente a Marx Arriaga Navarro, y que realmente es un Frankenstein creado por Ángel Díaz Barriga Arceo. También en las baterías del exsecretario aparece el sindicato y sus lideres, los libros de texto y un modelo que lucha contra la libertad y la creatividad.  ¿Esto último no le suena parecido estimado lector?, ¡sí así es! Una vez más la libertad, esa que nuestra imitación nacional de conservadores gringos pregona tanto.  

Y es que el exsecretario,  sin duda mejor informado y capaz que muchos de los que se han lanzado contra la #ReformaEducativa2022,  olvida convenientemente matices para su discurso fatalista.  

Obvia decir por ejemplo que el fracaso de México en PISA, no es ni por equivocación atribuible a la #ReformaEducativa2022 ya que dicho proyecto no lleva ni un ciclo escolar aplicándose y fueron las reformas de Calderón (RIEB, 2011) y la encabeza por él  (Modelo Educativo, 2017), las que podríamos decir que fueron las reprobadas pues la organización curricular y los planes de estudio que dominaron la educación mexicana hasta el ciclo escolar 2022-2023 fueron esos precisamente, ya que por la pandemia la SEP las mantuvo vigentes. 

La llegada de Aurelio Nuño y su muy probable elección en el congreso solo promete ser más gasolina a todo este incendio en que parece haberse convertido la política educativa nacional, donde los niños son una vez más moneda de cambio, y donde los maestros debemos prepararnos para la revancha del PRI.

Adendum: ¿Alguien sabe que fue de los amparos promovidos por América Rangel contra los libros de texto? ¿Se trato acaso de otra fracasada campaña publicitaria emanada de la mente retorcida de esa diputada? 

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