lunes, 7 de junio de 2021

Ni desastre ni triunfo: la mediocridad

Los resultados de las elecciones de este domingo no auguran nada bueno como presume la oposición, y ciertamente tampoco respaldan el optimismo del partido en el poder, lo único que reflejan es el encono de una sociedad que no puede reconciliarse consigo misma ni tiene en la agenda hacerlo.  Son los intereses de grupo los que prevalecen y por lo tanto el presidente puede estar tranquilo por ahora.  


Entre un grupo de líderes de opinión que un día sí y un día no, llaman a las urnas, y de pronto promueven la ausencia,  confunden  votar con la democracia, no es de extrañar que hoy se propague un triunfo de la oposición, a pesar de las cuestionables condiciones en las que se ha producido, y los efectos anodinos que en el corto plazo tendrá este viraje en el equilibrio del poder, pero ellos lo ven como un buen termómetro para su lucha, cualquiera que sea.  

Cómo han alertado especialistas en violencias,  es en el municipio donde se pueden tejer las redes para paliar  la situación que nos aqueja y que al parecer se recrudece cada día, no recibió ninguna propuesta de solución y la única promesa que sin duda podrá cumplir el frente opositor es ser un obstáculo mayor al gobierno.  



La capital del país también ha sufrido una transformación electoral, aunque el PAN ha sido el gran ganador al posicionarse ahora como una segunda fuerza política, lo ha hecho sobre un 48% de abstencionismo, la polarización sale cara en todos los frentes. 




El regreso del exsecretario

En el último sexenio ha cobrado especial importancia la figura de algunos diputados y senadores que abanderan ideas liberales y dicen de man...