Madurar es dejar de: escribirle a quien no te extraña, de querer a quien no te piensa y de buscar a quien no te quiere.  Tan solo tú (vía Facebook) En estas horas, se acerca un nuevo día y, mientras escribo en la calma de mi casa, en todos los rincones se deciden, se hacen y se piensan cosas en nombre de los demás. Es muy cierto que cada quien es libre de escoger para su vida lo que mejor le acomode, aunque no estoy muy seguro de que todas las elecciones merezcan el mismo respeto. A veces se eligen cosas por puro egoísmo, para aparentar algo que no se es, o simplemente se va por la vida sin saber a dónde se llegará. He pensado mucho en todo lo platicado ayer, con o sin palabras, de manera intencional o simulada, y me sigo preguntando: ¿por qué desea matarse? ¿Acaso no he deseado su lugar muchas veces? ¿Tengo yo derecho a intentar impedirlo? ¿Puedo ser sincero bajo el abrigo de un techo y las gentilezas de ocasión y protocolo? Vi más claridad en sus ojos que en muchas de las personas so...