Arropados por la tradición y un sistema legal caracterizado por la ineficacia, la confusión y la gestión de la violencia, los docentes mexicanos hemos visto un peligroso aumento de casos legales donde a pesar de haber cumplido a rajatabla las normas, los protocolos no solo no garantizaron la seguridad de los alumnos, sino que llevaron a los protagonistas de estos desafortunados acontecimientos a ser objeto de persecución judicial.
El 4 de julio de 2025 hubo miles de maestros que no pudieron dormir siguiendo en distintas redes sociales lo que pasaba en Baja California, donde un menor de edad murió y el Profesor de Primaria Esteban Canchola habria sido condenado por omisión en los hechos que derivaron en su fallecimiento y los abogados de los padres del infante exigían una indemnización millonaria, impagable para ningún educador.
Fuente: @pelwchi
La presión social evitó que un profesor pisará la cárcel, pero no fue absuelto por las condiciones en las que se dieron los acontecimientos y en las que usted querido lector sin duda también identificará que el #ProfeEsteban no tuvo ninguna responsabilidad.
Las dos distopias que deciden el marco legal en México no podrían estar más extraviadas.
No se trata de un tema partidista, una sociedad rota y polarizada exige hoy más que nunca a la escuela, asumir funciones que la familia había logrado subsanar, y que hoy no solo parece incapaz de cumplir, sino que parece promover la autodestrucción de nuestro tejido social.
Los grupos conservadores -ahora existe un extraño orgullo de nombrarse así, culpan de este fracaso no a la solidaridad artificil en que se han transformado los matrimonios heterosexuales que buscan sobrevivir en el capitalismo, no, estimado lector, ellos culpan a una crisis de la moral y ética que en su ciego y conveniente sesgo histórico, no solo omiten que ha ha sido el gran enemigo de nuestras pocas conquistas culturales, también se les olvida que tanto el aborto como los homosexuales ahí han estado y no tengo ninguna duda que cuando acabe la batalla cultural gane quien gane ahí seguirán, y que hoy exijan derechos los consigan o no, parece ser la verdadera afrenta para estos grupos.
La búsqueda de la originalidad en el mundo de la información nos ha llenado de ideologías extranjeras buscan romper el pacto de clase que alguna vez caracterizo a la izquierda, y que ahora se ha quedado muda para explicar y corregir una crisis que parece incapaz de percibir. ¿Cómo explicar desde el pensamiento neomarxista o liberal, los divorcios, la drogadicción, la pederastia, el abuso sexual de menores o la trata de personas? Hoy por hoy al parecer nuestros académicos y políticos no tienen palabras para ello.
La maestra y el docente están solos.
Con ayuda o sin ella, los maestros mexicanos deben luchar contra la ignorancia, el fanatismo y los prejuicios, la obesidad, la violencia, el racismo, la exclusión, la violencia hacia las mujeres, las drogas, la deserción escolar, lograr todas las competencias que pide la OCDE, y si no logran actuar con la eficacia que tiene un doctor o un abogado experimentados, parece que simplemente en algunos lugares deben despedirse de la libertad.
Muchos jóvenes, altamente preparados y que han aprobado un examen para ingresar al servicio, están abandonando la docencia a los pocos años, o se niegan a incrementar más horas de trabajo, empujados q por este limbo legal y laboral en el que se ha convertido el servicio educativo.
Si realmente los padres, y nuestros gobernantes desean que los docentes influyamos para bien en la solución de estas demandas, deben dotar a la escuela de herramientas administrativas, legales, y pedagógicas que hoy en día ya no existen o están próximas a desaparecer, no basta con citar a Freire una y otra vez porque suena muy bonito decir que el aprendizaje se logra en la comunidad, y que en eso debemos transformar las escuelas, cuando los docentes no tienen una forma de capacitarse medianamente efectiva, cuando las escuelas carecen de médico, dentista, o psicólogo.
Los docentes seguiremos haciendo lo mejor que podemos para solucionar todo lo que nos pongan, estoy seguro y en mucho lugares será suficiente por un tiempo, y luego entraran a la crisis que ya hace agua en todos lados.
Comentarios
Publicar un comentario